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Archive for the ‘Sueños’ Category

A veces tengo dudas sobre si dejo a la gente dormir, creo que sí, con relativa firmeza, estas paredes que me rodean son gruesas, son de un material de verdad, hablando metafóricamente, no son como esos apartamentos de hoy en día que están hechos con ladrillos de harina pan, pero… qué hay del señor allá abajo que pone su música a todo volumen y habla claro y raspado al micrófono que él se irá cuando le de la gana?.

La verdad me cuesta creer que a las 11 de la noche, un día antes de las elecciones del 14 de abril, alguien alineado con el gobierno sea tan indolente ante el descanso de los demás, se trata de una persona salida de un cuento de terror de la oposición, salida de un estereotipo aliñado con las mejores sazones anti-comunistas del mercado del chisme, alguien que uno pensaría solo se encontraría en un paisaje surreal dentro de una cadena inverosímil trasmitida por celular. Ha estado así toda esta semana, ha estado allí cada noche, cada luna antes del día laboral de alguien, impidiendo el descanso, ha estado encendiendo todas las mechas de los fuegos artificiales que a duras penas se puede decir que embellecen el cielo nocturno, porque solo emiten un estruendo sin mayor pena, ha estado allí todo el rato, este modelo de anti-ciudadano que parecía una fábula y nada más que eso.

Eventualmente se cansará y se marchará, dando paso a la salida del sol, y mientras éste gasta su energía calentando con sus rayos, que no me atingen, una ciudad vuelta leña, yo estaré sentado en mi cuartel observando cómo la gente se deja estafar de manera masiva-mente vota.

De inmediato me cuelgo de las fuentes informativas y desinformativas enganchadas al magno evento de la estafa democracia latinoamericana; exit polls, voces disidentes de Miami-Dade. Globovisión, VTV, Twitter en caliente, gente cuya conciencia tiene un precio y demás fauna silvestre. estamos listos para permanecer aquí todo el día.

La primera sorpresa es que a eso de la 1 PM ya empiezan a rodar datos por la red, que brindan una aplastante diferencia a favor de Radonzskid. No tarda nada en ponerse tenso el ambiente y empiezo a escuchar movimiento, ondas sonoras que alcanzan mi oído derecho y es mi oído derecho porque debido a la orientación que tengo en ese momento, es por allí que oigo los sonidos que surgen del barrio José Félix Ribas. Si me aturdo un poco, puedo escuchar varios estratos de distintas frecuencias sonoras y escucho regaños, casi como de cuartel militar, escucho gente del oficialismo que no hizo bien su trabajo, escucho prisas y todas estas manifestaciones tienen un punto en común que es el fracaso de la continuidad del proceso, cada minuto se hace un poco más evidente, cada minuto se materializa más la realidad que no muchos no querían ver ni en pesadillas.

Va cayendo la tarde, va cayendo una canción de Roque Valero antes de que su conciencia fuese vendida, va distorsionándose la dimensión en la que todos estamos, porque ondula, se mueve, pero nadie se asombra, nadie se inmuta ante los cambios, son como diría alguien de la Nueva Era; cambios que arrastra un rayo cósmico que el centro de la galaxia nos está profiriendo de manera inconsciente. La noche de hoy, por lo que me dice la experiencia, tiene facha de traer sorpresas, pero siempre que las he esperado, no llegan, así que por el momento estaré quieto, atento pero sin expectativas, abierto y sereno.

Un murmullo alrededor de las 9pm cruza la ciudad como un rayo de luz surgiendo del mar, pero invisible en esta oportunidad; dentro de la sala de negociación totalización hay alguien que se niega, alguien que tranca el juego, alguien sin voluntad de torcer la voluntad de muchos, o tal vez con la voluntad suficiente para no hacerlo, dependiendo de cómo lo observes… sin embargo, las informaciones que tengo de mis fuentes desinformativas e informativas, es que el lado rojo de la nación logró concretar la tarea, a regañadientes, a tropezones pero lograron cumplir la misión de mantener la continuidad, entonces esto qué significa? será que… es mentira?

Me gustaría dejar por un rato de ser una víctima del mundo como lo conocemos, para poder hacer una pausa en el tiempo y pensar un poco en mariposas, en música de 3 tiempos e instrumentos de viento sonando a un volumen bajo… Nadie tiene tiempo para eso y menos esta noche, esta noche vas a arriesgar el pellejo, vas a oír disparos y vas a tener pesadillas, pero no dormido sino despierto, yo sé lo que digo porque allí en la sala de prensa ya deberían haber unos personajes informando algo que todos estamos esperando oír, pero no acontece nada y es porque…sí, acertaste: algo salió mal.

Algo salió mal.

Oigo al vecino cerrar su puerta con llave, lo cual me parece extraño, pero no es lo mismo que ocurre en todos los puntos de la ciudad ya que hay un punto en particular en el cual está dándose a cabo una celebración, el inicio del regocijo colectivo de los caprilistas, cómo lo divisé? vaya usted a saber, hace unos minutos estaba andando agachado dentro de mi propia casa y ahora estoy en La California; en aquel punto donde se gira (yendo en carro) para tomar la autopista Francisco Fajardo.

He llegado tarde de nuevo, pues la gente, que no es mucha por cierto, ha empezado desde hace rato a celebrar “porque nosotros tenemos la información de que Capriles ganó” y la palabra de ellos es ley, al menos para ellos. Como decía, la cantidad de personas se puede contar con pocas manos, pero estaban dispuestos, tenían ya sus banderas y artefactos de conmemoración típicos de una fiesta, no llegaban a trancar la calle en realidad, de todas maneras yo no había venido a celebrar con ellos, yo en realidad no sabía lo que estaba haciendo en este lugar en donde el destino me quiso colocar, de pronto, cuando voy caminando hacia el empalme con la autopista Francisco Fajardo, aún lejos, puedo observar cómo los coches que iban en dirección a tomar la autopista…comienzan a retroceder.

Todos nos percatamos de ello, y nos acercamos un poco, pero nos detuvimos cuando vimos que ya no eran unos cuantos coches ejecutando este movimiento, sino muchos más y en breve, todos lo estaban haciendo, todos venían en retroceso.

Entonces llegó lo impensable; una nave espacial que parecía ser negra, por la noche, sin muchas luces y sin mucho tamaño, comenzó a asomarse por la mencionada autopista, siendo la razón por la cual los automóviles venían marcha atrás, pronto la nave que venía volando bastante bajo empezó a disparar rayos que no emitían sonido, pero que hicieron volar a algunos vehículos y además, venían en dirección a nosotros.

“Nosotros” tuvimos que huir del lugar, en medio de los autos volcados por el desastre, sin mirar atrás corrimos por nuestras vidas, por suerte la nave dejó de perseguirnos, pero esa suerte no duró mucho, de alguna forma aunque no podía observarla pude sentir que estaba desplegando tropas desde adentro, qué clase de tropas cargaría una nave espacial? por el momento solo podía imaginarlo.

“Nosotros” estábamos ocultos en la entrada del estacionamiento de un edificio del lugar, al cual se entraba en bajada, de pronto observamos cómo la entrada del estacionamiento empieza a abrirse, parecía que alguien de adentro iba a salir en ese momento, pero la sorpresa había llegado caminando desde el interior del garage; un soldado con forma humanoide y extrañas armaduras futuristas, cargando un arma larga desconocida hace presencia.

Una de las personas que estaba con nosotros decidió no perder más tiempo y empezó a dispararle al soldado con un arma de fuego que cargaba en ese momento, el soldado recibió los impactos prácticamente sin inmutarse y pocos segundos después nos apuntó con su arma, sabíamos que no hacíamos más nada allí y que había que esfumarse.

El soldado, por suerte, falló en sus disparos de rayo laser, y como iba caminando lentamente pudimos huir con relativa tranquilidad, de allí en más no supe del desenlace que tuvo esa noche, con qué magnitud este evento se había producido en el resto de la ciudad ni el resultado de las elecciones, fue como si esa noche no hubiese ocurrido del todo, sólo supe que esas naves espaciales con estos presuntos alienígenas eran el último recurso del poder estatal para mantenerse en el poder.

Desperté en mi baño, rodeado de amigos, nos alistamos para ir al museo de los niños, donde un guía dirá algo que me hará reír por largos minutos, olvidándome de que dicho museo sólo funciona a un 18% de su capacidad.

 

~Fin~

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Navidad, tiempo de redención, tiempo de reencontrarse, de renovarse…de transmitirse unos a otros sentimientos importantes, muchos disfrutan estando en familia, otros huyen para estar con amigos, unos lloran el año viejo, otros celebran el fin del año.

Pero yo aproveché y destruí al mundo.

Todo sucedió porque conocí a alguien que tenía contactos, esta persona es MaryFlor, ella es una mujer muy amistosa y siempre abierta a ayudar al prójimo, tenía ella una camioneta en la cual solíamos hacer viajes por la ciudad, o por otras ciudades. Ella siempre me decía que si mi madre o yo estuviéramos en algún aprieto, la contactáramos con libertad para ver en qué nos podía ayudar.

La situación no era apremiante, yo me hallaba viajando con MaryFlor en un momento, pero al siguiente momento estaba en otra camioneta, siendo el pasajero de otra persona, esta persona era una mujer joven conocida de MaryFlor. Con esta “teletransportación”  que ocurrió tan inesperadamente, también cambié de ubicación geográfica puesto que no me encontraba en el mismo punto de la ciudad.

Me encontraba en otra zona, más calmada y con menos tráfico, pero con un horario diferente también, aquí ya atardecía cuando entonces recibí una llamada de MaryFlor:

Javiercito, esa persona con la que estás te puede llevar a tal y tal sitio.

Y yo la verdad, no estaba buscando que me transportaran a tal y tal sitio, continuando con los eventos aleatorios, fui nuevamente teletransportado hacia otro vehículo, esta vez un autobús buscama, que estaba llegando, ya de noche a Caracas, proveniente de Mérida.

En esta oportunidad me di un momento para abrir la ventana y observar el cielo de esta ciudad. De niño no había pasado buenos ratos observando el cielo nocturno de Caracas, veía cosas extrañas, una vez, cuando era niño, vi a Santa Claus tamaño gigante, él me saludaba con su característico ho ho ho, mientras unos ángeles coreaban “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra que haya paz”. En otra ocasión vi unas nuevas estrellas y constelaciones extrañas, casi daban miedo.

Hoy, veía cuatro artefactos oscuros y no identificados en los cuatro puntos cardinales, ellos flotaban, no tenían luces visibles, pero se podían apreciar de noche, aunque ésta no era muy oscura tampoco. Estos objetos tenían una forma muy parecida al logotipo del Celta de Vigo, sin los colores.

Entonces recordé un pasaje bíblico (Lucas 21:11) que decía que en el tiempo del fin se pondrían de manifiesto algunas señales en el cielo, que no se especifican si son artificiales, auténticas, divinas, simplemente señales en el cielo, por ende supe que el fin se acercaba.

Llegué a mi casa, y era hora de dormir. Me dormí pero de largo, ese día siguiente tenía que salir a hacer algo pero no pude, me había quedado dormido, me lamenté enormemente, me sentía avergonzado y sin cara para enfrentar la vida, así que llamé por teléfono a MaryFlor, y me dijo:

Conozco a alguien en El Universal que puede cambiar la realidad

Caramba, yo había acabado con el mundo 3 veces anteriormente, pero creo que siempre que empezamos de nuevo, termina siendo lo mismo, es como si a nosotros los mortales nos gustara hacer siempre lo mismo. Le pedí a MaryFlor que me contactara con esta persona de El Universal (un diario de circulación nacional).

Una vez contactado con esta persona, a quien nunca le vi el rostro, me entregó dos artefactos que parecían dos pokebolas, pero en lugar de blanco/rojo eran blanco/gris, en la parte gris una tenía una cara sonriente muy sencilla consistente de dos puntos y un paréntesis para formarla, la otra ”pokebola” tenía una cara seria, también constituida por la misma sencillez de caracteres.

Entonces volví a mi habitación para meditar si valía la pena acabar con el mundo otra vez, por un lado podría modificar la realidad para no reprocharme el haberme quedado dormido, y por otro, no tenía garantías de éxito, algo podría salir mal en el proceso y el mundo podría no reformarse.

Pero si eso ocurriera, no estaría del todo mal, estaríamos todos en la misma situación, cortados de la existencia sin poder reclamar ni lamentarnos por ello, es como la lógica de “por qué temer a la muerte” si el muerto no se queja de que le duele.

Entonces tomé una página en blanco de uno de los periódicos de El Universal, y coloqué las dos “pokebolas” en ella, ambas entonces pasaron del plano tridimensional al plano bidimensional, una voz de locutor, desde el fondo, anunció entonces el inicio del fin del mundo y de la modificación de la realidad, ambas pokebolas mostraron la “cara” hacia el frente, se movían en una órbita elíptica como describiendo un área mayor, en la que cabrían ambas, entonces ambas se internan en esa área descrita, se colocan una al lado de la otra, aún con la “cara” hacia el frente, pero esta vez comienzan a tratar de formar una sola pokebola que rellenaba todo el área, mientras tanto sonaba una música de orquesta, como las de John Williams en cualquier filme hollywoodense.

En ese momento noto como una luz blanca comienza a saturar todo alrededor, no la veo directamente, pero la puedo percibir, tiene un brillo más fuerte que el de un claro expuesto a la luz del sol en una bonita mañana, de mi solo quedan mis ojos y mi boca, la libertad del ser de no estar delimitado por el cuerpo humano se puede sentir, pero igual cierro los ojos y espero.

Y luego de un rato escucho la voz de locutor diciendo que el proceso fue finalizado con éxito. Fui devuelto a la nueva realidad, sigo en mi habitación, a la misma hora, sentado en mi cama, cuando irrumpe mi madre y me dice:

MaryFlor acaba de llamar, dice que hay un coche esperándonos afuera para cuando toque irnos a donde íbamos a ir

Qué diligente!

~Fin~

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Modern Art(hur)

Era un sábado, antes de las elecciones entre oposición y gobierno, la tarde era tranquila y mi situación consistía en viajar en el transporte público hasta mi casa. Venía desde el norte, desde lo alto de la montaña bajando, y como era habitual, había una enorme cola, es decir, un harto congestionamiento vehicular en la zona.

Y estaban comentando cosas en el carrito por puesto, entre ellas que ese día habría un partido de fútbol entre la oposición y el gobierno. No lo sabía, así que me bajé y me fui caminando hasta mi casa para presenciar dicho cotejo.

Una vez llegado a mi casa, encendí el televisor, ya había comenzado el partido, en un principio eran figuras políticas opositoras contra figuras políticas oficialistas, el partido estaba 0-0 y de momentos distraía mi atención hacia alguna otra cosa. Empezado el segundo tiempo, por haber distraído mi atención del partido, no divisé en qué momento cambiaron al equipo del oficialismo por el equipo de Bulgaria 1994.

Cómo pretende la oposición ganar un partido contra jugadores profesionales? por qué Bulgaria? por qué se marchó el equipo del oficialismo? por qué –GOL!- GOL DE LA OPOSICIÓN!

Miro por televisión la cara de Balakov, incrédulo, mientras la oposición celebraba su gol.

Ahora era de noche, y algo había que hacer al día siguiente, era un día libre, habría que aprovecharlo al máximo, así que decido ir al cine del Centro Plaza.

Escogí ese cine porque me habían dicho que cambió de modalidad, que ya no era una sala de cine con varios asientos sino algo parecido a una cinemateca, escogías un filme y te metías en un cuartico donde solo dos personas podían estar, prácticamente.

Había que ir temprano así que a las 5am, incluso antes de aclararse el firmamento, ya estábamos encaminados, en la calle cruzando en la esquina a la altura de la plaza Altamira, a pesar del tráfico estar ligero, casi se llevan por delante a mi mamá.

Una vez cruzada la calle, ya había amanecido del todo. Antes de ingresar al Centro Plaza habían unos puestos buhoneriles de revistas, y había también un kiosco, en el mismo habían unos CDs en venta, originales, puse mi atención en un CD de un artista con lentes oscuros y ropa de torero, el disco se llamaba “King Gipsy”, el artista se me hacía conocido pero no lograba identificarlo del todo, luego caí en cuenta que era el último disco de Joseph Arthur.

Quedé con la interrogante. Entrados ya en el Centro Plaza, camino al cine había un pasillo con una exposición de arte, eran varios artistas, también varios críticos viendo las obras, me adentro más y diviso 4 obras de Joseph Arthur.

Tres de esas obras eran típicas de él, líneas, tensión, mucho abstracto, pero hubo una última obra suya que eran unas flores, a color, eran como rosas, pero entre blancas y rosadas, era algo conmovedor…

Se acerca entonces un crítico de arte, quien me pregunta si quiero comprar la obra, pero yo le quiero preguntar…

Qué sucede en esta obra? –pero antes de terminar la pregunta, rompo a llorar desconsoladamente-

~Fin~

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Casualmente el último disco de Joseph Arthur en la vida real, anunciado tiempo despues de haber tenido este sueño y titulado “The Graduation Ceremony” contiene una pista llamada “Gipsy Faded”

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Leche Rusa

Qué bonita alfombra tenía el despacho parroquial, Rojo Cardenal, el aire frio apropiado para hacerte sentir en un espacio administrativo, acompañados por el mapamundi más grande del mundo, un lujo, también los acabados de madera que parecían de cualquier mansión rica, y expuesto como un trofeo obtenido por ganar alguna guerra, un gigantesco anuncio –tipo valla publicitaria- de leche rusa, en ruso.

En el anuncio podíamos divisar el dibujo de una mujer, con facciones rusas, vestida como campesina rusa, cargando una gran jarra de vidrio transparente con una mano, en la jarra había leche y escrito en cirílico un slogan que no logré interpretar. Vestida con ropa tradicional del campo, parecía la típica campesina rusa. El anuncio era de leche en polvo.

Pedí permiso al párroco para tomar una foto de semejante póster, permiso que me fue otorgado. No logro recordar por qué quería tener grabado aquél dibujo.

Todos tenemos un camino qué seguir, y el mío yo debía continuar. Ese día era día de misa y tocaba reunirse para ensayar, pero sería un día muy especial porque la misa se efectuaría al aire libre, valía la pena alegrarse pues el sol alumbraba radiante, sin molestar, sin quemar, el cielo con su color azul de siempre del cual nadie se queja, el cual nadie quiere cambiar como cambias el escritorio de Windows cuando te cansas de visualizar siempre el mismo papel tapiz.

El campo era abierto, y no había casi gente, era el momento perfecto para comenzar a ensayar, todo el grupo reunido, con muchos ánimos y con frescura, empezamos ensayando con una canción pop…

Por qué una canción pop? hoy no toca ejecutar canciones pop. –pensaba-

Sin embargo eso no cambiaba los ánimos, así que una vez empezado en ensayo sólo hubo alegría, este sería un día genial!

Sin embargo el cielo me muestra algo curioso: está un avión grande de pasajeros aproximándose a tierra, no directamente hacia nosotros pero sí es algo de lo que había que percatarse; sin embargo seguimos ensayando, aunque yo no despegaba prácticamente en ningún momento mi vista del acontecimiento.

Tal como lo pensaba, el avión pasó cerca de nosotros, aterrizando accidentadamente en la grama, mientras todos nosotros detuvimos el ensayo para ver el evento. Oh-oh, el avión no estalla, sino que queda destartalado y en estado de reposo, pero de pronto se encienden sus motores de nuevo y ahora, aumentando su velocidad, se dirige caprichosamente hacia donde estamos nosotros, no queda otra que correr, huir, esfumarse, desaparecer, o cualquier cosa que salve nuestras vidas.

El avión, tras recorrer unos cuantos decámetros en nuestra búsqueda, decide chocar contra unos puestos de vigilancia que estaban vacíos y cercanos al estacionamiento, para finalmente estallar.

Tuvimos suerte.

 

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Tienes que ver esto!

Tras la vuelta de RCTV al aire, la televisión volvía a parecerse un poco, en ambiente, a lo que era entre mediados de los 80s y mediados de los 90s; Algo parecido a la calidad.

Existía entonces un programa de concursos en RCTV que se trasmitía los sábados a la hora que en VeneVisión comenzaba Sábado Sensacional; No puedo recordar el nombre de mencionado programa, pero la temática era obscura, tenían un animador que no era de estos animadores jóvenes que surgieron a finales de los 90, era más bien como un intermedio entre Gilberto Correa, Daniel Sarcos y Winston Vallenilla, también contaba con público, un foro decente, pero la mitad del que tenía Sábado Sensacional, y el escenario parecía un rebirth de Aprieta y Gana.

Pero lo más curioso de esta configuración, es que no el concurso no transcurría dentro del estudio, rimbombante de luces, sonidos, público alegre. El concurso transcurría en la calle.

Aleatoriamente se seleccionaba a una persona de la población activa, para que fuese el concursante, y para ganar tenía que sobrevivir hasta las 8pm la persecución de 2 policías por toda la ciudad y esta vez me tocó ser el protagonista.

Yo venía de visitar un parque acuático que quedaba en el centro de la ciudad cuando a eso de las 5pm (hora en que empezaba el programa) fui avisado del nombramiento, aún estaba yo en la calle, y de hecho, estaba cerca del canal (se habían mudado, ahora quedaban como por Santa Mónica) desde la cuadra podía divisar unas pantallas gigantes apostadas en las paredes de la torre, en las que se mostraba la programación en vivo, efectivamente el público estaba allí, alegre, rebosante, el animador casi señalándome, mientras que veía al sol ya cayendo, eran casi las 6pm.

No me había preguntado algo crucial: Qué harían estos policías al encontrarme? me arrestarían? me dispararían? perdería el juego, eso sí. Por otra parte tampoco estaba seguro de cuál era el premio si lograba vencer.

Algo que recordé en el último momento fue que en esta ocasión los policías irían encubiertos, vestidos de civil.

Di un par de vueltas a la manzana.

Cuando iba a comenzar la tercera, ya se habían encendido las luces del alumbrado público, también se consumó la aparición de un par de personajes que me empezaron a seguir a lo (relativamente) lejos. Mis pasos…trataba de contener la calma, sabía que estas calles solían estar siempre con poco tránsito peatonal y por eso las elegí para mantenerme a salvo de los policías.

Llegué a una parte de la manzana, ya casi en el último tercio de la tercera vuelta que le daba a la cuadra, en la que el alumbrado público no se había encendido, por ende los perdí de vista y no podía oir más sus pasos…

Cuando regresé a la parte iluminada, ya iniciando la cuarta vuelta, los vi yaciendo en el suelo, con impactos de bala, pero ya no salía sangre. Con horror miraba la escena, preguntándome qué rayos habrá sucedido, en eso comienzo a oír sirenas y patrullas aproximándose, lo cual no era para nada bueno, partí a toda velocidad hacia el canal, apenas para ocultarme.

Sin mayor novedad transcurrió toda la noche e inició entonces el día siguiente, los pajaritos cantaban y la luz del sol brillaba resplandeciente. Me acerqué de nuevo al lugar donde estaban los dos cuerpos de esos sujetos que anoche me seguían, no encontré nada, cuando busqué huellas de violencia, rastros de sangre o algo así, me fue imposible.

Mi celular comienza a sonar, era Eudis, quien al contestarle exclama con regocijo:

Ya me mudé! este lugar está welcomest! Tienes que ver esto! Tienes que venir a ver cómo se ve el mar desde aquí!

Entonces partí sin demora a su nueva morada. Pasó a establecerse en una casa de playa en Puerto La Cruz, cuando llegué era poco antes de mediodía, el sol radiante, la casa pintada de blanco, pocos pisos, pocos muebles, pero harto espaciosa. Eudis amablemente me enseña el camino al balcón, en el cual era abierto…

Mira cómo se ven las olas! –exclamó-

Nadie me avisó que iría a ver el terror en mis ojos…Las “olas”, como ella las llamaba, eran “monstruos” salados que se erigían a 8 metros de altura (casi 9), al ver las olas pasar y la gente tan tranquila observando aquel salvaje oleaje, no supe qué pensar. Eran verdaderos Tsunamis.

Sentí mi ser viajar desde el balcón hasta la cresta de la ola, como si hubiera aceptado una invitación de ella, como si ella estuviera desesperada por mostrarme todo su tamaño, su poderío, los cuales no eran precisamente reales, porque este tsunami no llegaba a arrastrar nada ni a arruinar tierra firme, se apagaba justo antes de llegar a la orilla, pero se veía inmenso desde la costa.

Detrás de la cresta y en bajada, daba la impresión de dejar un impresionante hueco en el cual se acabaría el mundo conocido si cayeres en él. No soportando más la visión apocalíptica de estar perdido en el océano, me presté a regresar al balcón, a regresar a mi, a volver en sí.

Antes de regresar a Caracas, paseamos un rato por Puerto La Cruz, no había mucho que ver; aparte de los hoteles y casas de playa, la ciudad en sí era muy modesta, con poca gente aparte de los temporadistas y vacacionistas, así que no fueron muchas cuadras las que se recorrieron hasta llegar a un parque, que tenía varias “canchas” de beisbol, para que los infantes practicaran el deporte.

Vi entonces un niño con aspecto de niño gringo, que con dos amigos más practicaba bateo. Entonces volteé la vista hacia la avenida y me hallé en la avenida Francisco de Miranda, volteé de nuevo a ver si realmente estaba allí, y el parque de beisbol cedió su lugar al parque del este.

Había regresado a casa.

 

~Fin~

todo lo anterior es ficción, lo soñé antes del tsunami que ocurrió en Nihon.

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El Parque

Esta cama protagonista de la que me levanto, no quiere ser invierno…

Una vez paseaba yo por Sabana Grande, era de mañana y estaba fresco el clima, en eso soy abordado por un sujeto de Herbalife, quien me invita a escuchar unas breves palabras…

Pero mi mente está en otro lado, no puedo prestarle atención, no puedo ni siquiera fijarme si es alguien de fiar o no, mi cerebro atiende a las ondas que cruzan a la velocidad de la luz, que son mis pensamientos, atascados en un momento a finales del mes de Enero, como si estuviera en Hellas, como si estuviera la pobre materia gris metida en un sandwich, sin poder desprenderse del mismo, sin ni siquiera intentarlo…

Caían las hojas de los árboles por el boulevard, sonaba una música también en mi cabeza, pero si supieran que tampoco logré escucharla, en lo más recóndito del mes de Enero se esconde el momento donde mi vida terminó, donde una supuesta alma que yo tenía salió de mi cuerpo y me observó desde entonces, desentendiéndose de mi, dejándome vivir en estado catatónico, despertando, desayunando, trabajando y durmiendo, sin más nada que me importara, sin más nadie que me importara.

Yo cargaba un violín conmigo, pero me vine a enterar después de entrar en un edificio por órdenes del promotor de Herbalife, cómo rayos es que yo atendí sus órdenes? no lo sé. Las últimas palabras que se me dijeron fueron:

Ya estamos listos señor, suba al último piso, en la última oficina, allí espere para ser atendido en la charla.

Casi sin chistar me avoqué a lo dicho, pero en el fondo mi cerebro comenzó a despertar…

Dónde estoy? por qué hice caso de lo que me dijo ese sujeto? qué rayos tengo que esperar cuando llegue al último piso y a la última oficina?

Pensé. Al parecer se trata de otra ordinaria estafa piramidal, tendré que atender una charla y escuchar las mentiras de estos ejecutivos de ventas que se hacen llamar Licenciados.

Estoy en el último piso, esperando afuera de la última oficina, el clima allá afuera está tan genial y estoy en este edificio viejo, no me agrada para nada esto! Entonces uno de los ejecutivos que estaba afuera atendiendo a las 3 personas que estábamos esperando por el gurú, me ofrece que mientras tanto navegue por internet en una de las máquinas que estaba dispuesta para el público, así me senté y entré a mi Facebook.

Con mi cara seria, hacía todo casi automáticamente, de alguna forma no quería ni ponerme a pensar qué estaba yo haciendo con mi vida, pero al mismo tiempo quería seguir con vida, una situación contradictoria, entonces visualicé un video que aparecía en el News Feed…

Si creí que en Enero se había acabado mi vida, no había visto nada.

En la misma cama de la que me levanto a diario, con las mismas ventanas que dejan pasar la luz de la mañana, si es que hay alguna, con las mismas sábanas, observo a una pareja entrelazada bajo las sábanas, a medio tapar, un hombre y una mujer en ropa interior, se nota que recién despiertan, la luz fulgurante que ingresa por las ventanas permite observar todo con la claridad de un rio de agua dulce, de sabor amargo.

Ella se levanta de la cama para incorporarse a la vida, mientras que un narrador de voz misteriosa comienza a hablar del amor de estos dos. Oyendo con atención las lindas frases que hay dedicadas para esos dos, no me entretengo, me provocan náuseas, darle la espalda a todos los santos, gritar improperios y estrangular, luego de eso él gira y se coloca sentado en la cama, ver su rostro ganador realmente me destruye, su imponencia de la que alardea sin decir una sola palabra es algo que saca lo peor de mi.

Uno de los que esperaba al gurú, un joven de más o menos 19 años de aspecto gentil, observa el video por casualidad mientras pasaba detrás mío, entonces no aguanté más y ejecuté un gesto como si fuera a vomitar, pero no lo hice, en cambio lo invité a ver el resto del video junto conmigo.

Hey chiamo!, viste eso? este tipo realmente es una amenaza para la humanidad.

En serio chiamo? pa’ ver eso!

Así ambos vimos unos segundos más, antes de retirarme de la PC y entregársela íntegramente.

Podría haberme puesto a escribir brutalidades, o poemas, o clavarme el lápiz en el corazón y detenerlo para siempre, pero saqué mi violín y comencé a tocar el Padre Nuestro.

Mientras eso pasaba, el joven que estaba en la PC lentamente se convertía en un niño y conforme fui terminando de ejecutar la canción me percaté de unos afiches que habían en los vidrios de la oficina donde nos atendería el gurú, en ellos salía la cara del gurú, con ese aspecto de malandro, lentes de sol oscuros y mechones, parecía una versión cutre de Deepak Chopra, me llamó mucho la atención el enunciado del poster:

Quiere pasear por toda Caracas sin ser asaltado?

Quiere conocer los secretos para evitar la inseguridad?

Asista!

Lejos de animarme, me hacía preguntarme cosas macabras, de cómo este tipo con esa cara de mafioso va a brindarle seguridad a la gente con una charla? Lo mejor que se me ocurrió fue que este sujeto pertenece a las altas esferas del crimen organizado y creó alguna especie de vacuna que hay que pagar para no ser asaltado en esta bendita ciudad.

Al guardar el violín noté que el piso del lugar estaba repleto de estuches de instrumentos musicales variados…sin los instrumentos musicales, y el promotor que me llevó hasta el último piso me dijo:

Qué suerte que tiene usted ese violín; aquí sale a la calle y asaltan a la gente con instrumentos PA-RE-JO!

Me sentí derrotado con eso. Desde el comienzo cuando recuperé la conciencia sabía que algo andaba mal, pues ahora anda peor.

El ex-joven, ahora niño, se me acercó, y con sus 9 años de edad se puso a mirar por la ventana, que no era muy grande, lo que era la ciudad. Mientras tanto me decía algunas cosas que mi cerebro no consideró.

Pero noté cómo lentamente fui recordando una fiesta de cumpleaños a la que asistí con mi mamá cuando era niño, era el cumpleaños de un niño, era un cumpleaños al revés, porque el parque en el que se celebró estaba mirando hacia el norte, y eso es inadmisible, dicho parque seguramente ya no debe existir. El parque, geográficamente hablando, se ubicaba entre el centro y el oeste de la capital, antes de Catia, empezando San Martín.

Frente al parque estaba un elevado, una de las obras ingenieriles de la época. Cuando volví en sí estaba observando ese elevado junto al niño de 9 años, de alguna forma nos transportamos hasta allí sin abandonar el edificio y ahora era cuestión de salir simplemente, que abajo estaba el parque!

Salimos y lo vi tirarse por el tobogán, columpiarse en el columpio, adoraba verlo divirtiéndose. Este parque con orientación hacia el norte me traía buenos recuerdos de esa fiesta a la que asistí, las madres todas con sus niños, mucha gente que venía de Valencia…El Sol! radiante…

Pero ya está atardeciendo, pensé qué hacer para volver a casa, estaba tan lejos ahora…

Al final del elevado estaba la entrada a Catia, más oscura cada vez, más peligrosa cada vez…Me aventuré a caminar esa zona, no duré más de un minuto antes que quisiera devolverme, pero por alguna razón que desconozco, ya no tenía posesión de mis zapatos, aún así no me pareció desagradable caminar encima del pavimento con mis pies descalzos.

Y la salsa, tronando al fondo. Sin duda fue una hermosa tarde, como las que veía antes que mi vida terminara en aquel enero.

~Fin~

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Todo empezó cuando me invitaron a la casa de una amiga con quien yo estaba molesto. Era una época de amaneceres fríos, de color azul rey templado.

Fui al amanecer, porque me gusta llegar temprano, y porque quería ver más… Veía la opulencia con la que vivian en esa casa y me enfurecía más, me preguntaba para qué tantos vehiculos, servidumbre y piscinas?. Con mi ira logré crear una bomba, que posteriormente colocaría en una de las camionetas de esa familia, pero con la condición de que fuera en la que menos utilizaban.

Para no irme con las manos vacías, mientras el sol iba recorriendo la bóveda celeste yo iba anotando detalles de la quinta, detalles del entorno, iba y venia a horas de la madrugada por varios días seguidos sin notar que se volvió una costumbre, todo para conseguir una mejor manera de manifestar mi molestia.

Veía también camionetas estacionadas por la bajada, por la subida de las calles contiguas, camionetas pertenecientes a otras familias, y salían temprano de sus casas a trabajar.

Una mañana nos invitaron a mi madre y a mi a una especie de camping dentro de esa casa, noté enseguida una vez que llegamos, que el techo de la casa estaba hecho de piedras, al subir al techo (cómo no?, pase y suba al techo si quiere!) caminábamos sobre ellas y era una sensación terapéutica, decian nos que caminar sobre piedras grandes es bueno para las personas mayores, aunque yo pensaba que era inseguro por si esa persona resbalada.

En eso recibo una llamada de la facultad de arquitectura (FAU), me indican que he de inscribirme para el semestre que viene, pero despues de tantos años de descuido, ni sabía qué materias me tocaría inscribir, sólo me acordaba de una cuyo nombre era ????????. Mi madre vino conmigo a seguir mi proceso de inscripción pues no quería que yo hiciera trampa.

Fui en una camioneta prestada, y en la taquilla de secretaría me atendieron, aunque habia algo de ruido afuera y era dificil hacerme entender, pero trataba de explicar y me dijeron que debia ir a buscar un documento llamado ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ al cementerio…sí, al cementerio, cosa que no me gustó para nada. Pasé entonces por el área de sectores, y traté de hacerle ver a mi mamá las notas que saqué en semestres anteriores, pero sólo tenian una nota y era de matemáticas, en algunas carpetas con las notas también aparecia una sola nota y no decían a quien pertenecía; absurdo.

Luego de tramitados todos los documentos, volvimos a la casa de esa familia justo a tiempo para el espectáculo que nos tenía preparado la anfitriona. El espectáculo consistía en que habian traido a un sujeto que partía piedras con las manos, aunque a la hora de la hora vimos que utilizaba un martillo. El sujeto era alto, blanco y tenía el coco afeitado, y sin sus lentes fancy parecía otra persona, pero algo se me hacía familiar en él… Luego nos regaló un bolígrafo a cada uno conmemorando el evento, en ese bolígrafo tenía escrito su nombre, que completo eran tres nombres y tres apellidos, y entre el tercero y el cuarto formaban las palabras Arthur Joseph…

De la emoción le conté a mi mamá que este sujeto es en realidad Joseph Arthur!, y ya estaba por marcharse el artista, cuando todos terminaron de aplaudirle fui hasta donde él y le dije “Joseph Arthur!”… a lo que él me envió una mirada, y me dio la mano, pero diciendo “incluso aquí hay gente impertinente, entonces” dicho gesto me pareció bastante grosero de su parte, le fui contando que yo seguía atentamente su carrera, que me gustaban varias de sus canciones, y cuando empecé a nombrárselas se me olvidaban sus nombres, por la emoción, supongo yo. Al final me agradeció y cambió su postura hostil por una amigable pidiendo que no regara por ahí el secreto de su incógnito.

Una vez ya marchado me sentía muy feliz de haber conocido a uno de mis ídolos, estaba tan alegre que me fui donde estaban Génesis y mi madre, estaban inmersas en una cola, la cual nunca me pregunté a donde se dirigía, pero yo estaba tan alegre dando saltitos como si estuviera bailando esta danza rusa. Tras esperar un rato vi que la cola se iba acercando a una bajada muy empinada, en la cual habia que correr bajando e ir pisoteando frutas que caían de los árboles aledaños a la acera, a veces caían fresas, a veces manzanas verdes, mientras los tres bajábamos a toda velocidad esa pendiente de 100% (45°) Génesis comenzó a gritarle a las manzanas verdes que iban cayendo una consigna que rezaba “Qué compota tan dura!, qué compota tan dura!!”, por qué haría eso de llamar a las manzanas verdes de compotas duras?, id a saber!, pero entre otras frutas que caían de los árboles y aplastadas por nuestro andar se iban sumando miles y decenas de miles y centenares de miles a un contador imaginario digital, ya llegando al tramo final que finalizaba justo en una reja negra, la cual al ser cruzada te dejaba en la avenida Bolívar, Génesis y mi madre saltaron a los dos árboles últimos que habia antes de toparse con la reja, mientras que yo no pude reaccionar a tiempo y choqué suavemente contra la reja.

Sonó un fuerte Crash!, y el marcador digital imaginario, que ya marcaba cientos de miles de frutas pisadas bajó su cuenta en un 25% por consecuencia de mi colisión, posicionándose entonces en un 25%, supe que era por mi culpa, pero qué significa ese 75%? pues he aquí la respuesta: “Puede ir a buscar su nuevo LCD Samsung con un 75% de píxeles buenos, a crédito o de contado” (yo prefería pagarlo a crédito pero) no dejaba de lamentarme por haber arruinado tantos buenos pixeles…

 

~Fin~

Todo lo anterior es ficción.

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Doctora!

Trabajo como hijo en una familia grande, vivimos en una zona privilegiada, tenemos piscina, tengo una gran cantidad de hermanos, hermanitos, en la mencionada piscina solemos hacer competencias de nado todo el tiempo, y nos llevamos bien, todo es echadera de broma sanamente.

De pronto, mi tio tiene que ir a La California, y yo aprovecho de ir con él, pero mi intención es ir a donde el consultorio de la Dra. Posso para que me revise esta tos que tengo desde hace tiempo…y que no se me quiere quitar del todo.

La California se le llama, sin embargo no engaña a nadie, realmente es Los Cortijos, sólo que ahora está un poco más cerca de lo que queda de la avenida Boyacá, si giras a la izquierda bajando por la salida de este Los Cortijos, y te diriges al norte, caerás en Mariches, y un poco más allá estarás en el ávila.

Estando en Los Cortijos, recordé que debo ir primero al Central Madeirense, que se encuentra en el mismo edificio del consultorio de la Dra Posso, para comprar salsa de tomate solamente. Mi plan es dar la vuelta por la avenida caminando, y así caeré directo al edificio donde está el consultorio, el Central Madeirense y el Metro.

Sin embargo el ambiente está un poco caldeado, justamente en esa calle; diviso un enfrentamiento entre unos estudiantes y unos policías, por lo que puedo recordar terminé mezclándome entre los estudiantes (de secundaria) y refugiándome de los perdigones de los policías huyendo hacia el Metro.

Esto es Los Cortijos, sin embargo esta estación es La California, no es la antigua estación de Los Cortijos, sino la vieja estación de La California, alguno se preguntará, cómo llegó hasta Los Cortijos?, probablemente por desplazamiento de corteza terrestre, no estoy seguro. Pobre y sucia, la vieja estación de La California en Los Cortijos, dificil movilizarse dentro de ella, la mayoría de los pasillos fueron de alguna forma comprimidos, las tuberías estaban oxidadas y para escapar de la policía debia de subir niveles por medio de ellas, colgándome y subiendo viejas escaleras oxidadas que estaban por caerse, los estudiantes se fueron por su propio camino, y yo sólo trataba de ingresar al edificio.

Cuando pude ingresar al consultorio de la doctora, tras una intensa huida que culminó conmigo entrando al edificio y cayendo justamente en el consultorio, me anoté en la lista de pacientes y mientras espero aprovecho de ir al Central Madeirense.

Cuando regreso del mismo, la Dra. ya se estaba marchando, la verdad me dio rabio conmigo mismo por haber tardado mucho, ya eran casi las 6pm y era el último en la lista, probablemente la Dra. no examinará mi extraña longeva tos.

Afuera continuaba la rochela entre estudiantes y policías, pero esta vez era más personal entre ellos, era lo que me esperaba si quería montarme en el Metro y volver a casa.

~Fin~

Todo lo anterior es ficción.

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En mi casa estaba mi tío, un tanto entretenido mirando documentales en National Geographic, mientras que en mi habitación había una Cobra.

Los gatos como siempre curiosos, querían jugar con ella. Esta Cobra no parecía la ordinaria cobra venenosa de la Bharat (La India), tenía algunos colores en su piel, y una extraña estrategia que hacernos pensar que su cabeza es la cola, al menos a mi no me engañaba, su cabeza era gruesa, con la típica pose de las cobras, pero su cola era delgada y puntiaguda, fácilmente distinguible, aún así ella quería hacernos pensar que su cola era su cabeza.

Entonces me puse a razonar un poco; este animal no es para tenerlo en casa, debo tomarlo y largarlo de aquí antes que muerda a alguien o quién sabe qué otra cosa ocurrible, así que me puse a pensar alguna estrategia para tomarla sufriendo los menores daños posibles para ambos. Lo único que se me ocurría era la típica técnica de inmovilizarla un poco más abajo de la cabeza y así tomarla por allí con fuerza para que no pueda voltearse o soltarse y clavar sus colmillos con veneno.

Tomé el bastón de HongSeng, cuya punta es un ariete macizo y con eso sería suficiente para presionar el cuello de la bestia contra el suelo con fuerza graduada de modo que pueda yo actuar, antes de hacer eso debo esperar el momento indicado…

Así que hallé ese momento indicado, la cobra luego de seguir con su autodefensa versus el gato curioso, me dejó una chance para con el bastón de HongSeng aprisionarla contra el suelo, con cautela pero tranquilo me acerqué a ella para tomarla por el reverso de la cabeza, justo cuando la estoy tomando, en ese momento ella se deshace de la presión de la punta del ariete y ejerciendo los sonidos de la naturaleza de la cobra me muerde el brazo 3 veces, con lo cual se encienden mis alarmas de pánico dentro de mi cabeza, solté a la serpiente, pero no al bastón de HongSeng.

Puedo presumir que la cobra escapó a algún lado, pero mi preocupación en ese momento eran las heridas que me había abierto la misma, pude notar que en algunos orificios salía sangre, y también fluido transparente del veneno de la cobra, no me hice un torniquete como (supongo) dictan los cánones sino que esperé un minuto a ver si lograba calmarme…curiosamente al pasar el minuto, de pensar que me iba a morir o a hinchárseme el brazo y ponerse morado, pasé a sentir nada, no me morí, no se me hinchó el brazo, a la final no era tan grave como pensaba, y todo volvió a la normalidad.

De ahí pasé a un día laboral con mi mamá y colegas productores en mi productora de audiovisuales, nuestra misión debía ser ejecutada en un concurrido centro comercial de la capital, la llamamos “Misión Zapatón” y era para un comercial de televisión, dirigido por mi.

Debemos tomar a alguna señora que ande con su niño pequeño, y convencerla que nos preste a su hijo para filmar la parte de entrada a la zapatería, y en breve conseguimos a las “víctimas”, la señora con algo de desconfianza nos prestó a su hijo, primero debía entrar él a la zapatería, solo y posteriormente debía ingresar ella.

Fué como si supieran bien qué hacer, primero entró el chiquillo a la zapatería, con gracia y soltura, posteriormente su madre y representante a la vez. Terminada la tarea mi mamá y yo nos dispusimos a escoger un par de zapatos para mi, que tengan sentido con la ropa que cargo, que me sirvan por un buen tiempo mismo, aunque la verdad, yo estaba más pendiente de analizar la zapatería arquitectónicamente.

Entre estar probándome algunos modelos que me gustaban, terminé mirando al techo, donde habían espejos y luces, arrastrando en mis pies unos lujosos zapatos color ébano, con costuras delicadas, con trenzas eso sí, pero aunque odio los zapatos con trenzas, se los perdonaba sin problemas, lo único es que eran de talla 45, siendo que me quedaban grandes por poco.

Uh oh, he aquí un problema, ya casi son las 5pm y es hora que todos los negocios cierren, incluida la zapatería, así que he de escoger si quedarme con los “zapatos muy grandes” o hallar el tamaño adecuado para mi. La gente empezaba a marcharse.

Ya que iban a cerrar la zapatería, debía escoger rapidamente, quedarme con estos zapatos muy grandes y maravillosos o ir a buscar el par de mi tamaño antes de irme, y pues prefería mejor tener dos zapatos que me queden, con su caja, que irme con unos zapatos muy grandes, así que fui a donde el vendedor que me atendía y me dijo;

Agarra ahí la caja esa, es la que tiene dos zapatos de ese mismo modelo.

Entonces tomé la caja y al abrirla, sorprendentemente me encuentro dos zapatos cuyo sabor visual era a leche condensada mezclada con frailejón, usaban trenzas, siendo que no me gustan los zapatos con trenzas, color beige, y para colmo más pequeño que los “zapatos muy grandes”, borrosamente pude ver en un principio decían que la talla era “37” lo cual me pareció errado, al voltear bien los zapatos logré ver con propiedad que decían “43”, pero yo estoy en el medio del 43 y el 45, no era la mejor idea quedarme con ellos pero el vendedor no me permitió manifestarle la problemática, me apuró para que me los pusiera, a lo que yo pensaba “ah pero si me quedan pequeños cómo porra queréis que termine de colocármelos?”

Ya apagaron las luces de la zapatería, eran apenas las 7pm pero había que irse, me fui con mi mamá y nos sentamos en unas sillas vacías que habian cerca de una fuente de soda. Estaba yo caminando con los zapatos a medio poner, una vez sentados traté de acomodarme los zapatos muy pequeños como pude, ni lengua tenían los muy patéticos, pero eran entonces mis nuevos zapatos de ahí a lo que quedó de aventura.

~Fin~

Todo lo anterior es ficción.

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Estuve en algo así como la avenida principal de un barrio, con Cyrano Fernández, mirando hacia la otra calle mientras los coches circulaban con la afluencia típica de una comunidad despertando y saliendo a trabajar, en la calle del frente, si los coches lo permitían podía divisar algunos garages y algunos locales, había uno en particular cuya puerta era pequeña y de madera, como la de un baño, y adentro no había luz, era un cuarto oscuro.

A lo lejos en la otra calle podiamos ver a Alba, parada cerca del portón de dicho barrio, el portón era un poco como la puerta de “Welcome to Jurassic Park” pero más baja. Con la afluencia de vehículos se nos escapaba de la vista a Cyrano y a mi, tampoco podíamos ver la puerta de madera si algún coche se atravesaba mismo, pero quién estaba del otro lado de la pequeña puerta?

Yordano, aquel famoso cantante del pelo rizado, entre los cinco grandes de la música pop producida localmente de antiguas épocas: Franco De Vita, Ilan Chester, Yordano, Sergio Perez, Frank Quintero. Despues de años sin producir nada, se dedicó al comercio ambulante, era común verlo por estas calles vendiendo chucherías que colocaba a la vista en una caja de herramientas de color azul y gris, pero últimamente de unos pocos años para acá se mete en ese cuarto a venderlas desde allí, con algo de desgano…Ilan Chester anda en las mismas pero en otro tipo de negocio según me dijeron.

Se hizo de noche, y era hora de usar el Metro, habiendo en esta Caracas del futuro tantas líneas, entrelazándose con otras líneas, y cada día progresando la construcción de las nuevas estaciones, y esta noche salí tomando la típica ruta hacia el sur de la capital, atravesando la estación Parque del Este, pasando por la sombría transferencia hacia La Hoyada, luego un poco más cerca de Hoyo de la Puerta, las estaciones y sus rutas al descubierto que eran parecidas a Petare pero sin vidrios, sino con rejillas, hasta llegar a la parcial estación París.

La estación París era la nueva estación estandarte símbolo del Metro de Caracas, fue ideada para desembocar en algo así como entre San Antonio y Los Teques, en una zona en franco crecimiento económico, la estación París contenía varios pisos, varios edificios de utilidad para el ciudadano, y no tan lejos de allí había una réplica de la Torre Eiffel, cuando desembarcamos aún dentro de la estación el cielo comenzaba a aclararse, los obreros aún trabajaban mientras amanecía, eran, calculo yo, las 4’40 am.

Las escaleras, aún con las cabillas al aire, llevaban hasta el bello vestíbulo de la estación, dentro de dicho vestíbulo esperamos el ascensor, que aún no era un ascensor completo, era un ascensor de obreros, pero por lo pronto eso es lo que hay en funcionamiento, subí al tercer piso pues ahí hay un mirador para observar toda la obra, y a mano derecha, en el mismo piso, funciona un Cine. Una vez llegado al tercer piso tuve que asistir a otro ascensor que transportaba obreros pues debía ser jalado por un mecate.

Me hizo acordar cuando una vez en Los Dos Caminos, en la época cuando ese lugar había quedado deshabitado y con sus calles sucias, vi en los edificios administrativos de MetroCA la maqueta de la futura estación París, tan apoteósica, tan esplendorosa, y tan tranquila, aún faltaba terminarla para ser un verdadero paraíso mismo.

De regreso a la comuna, estaba la gente en los preparativos para un partido de fútbol, jugaba la selección nacional y había que ir a apoyar al estadio, debíamos ir todos de rojo, pero mientras todos estaban ensayando las notas del himno socialista, fui a comprar chucherías donde Yordano, entreabrió la puerta y hablé con él, le saludé, tomé unos chocolates y en eso me encontré con una vieja amiga que hizo una pequeña gran travesura mientras yo no estaba presente.

Tengo que comentarte algo; me embaracé de Yunior –me dijo

Ae, pero cómo es esto posible? es decir…Yunior es un niñito (ficticio) de 10 años de edad, y esta amiga tendría unos 21 años, cómo hace un niño de 10 años para lograr algo así? vamos! son más de diez años!

De la sorpresa olvidé que tenía un chocolate que me había llevado de Yordano, pero no había pagado por él, así que de estar en la cocina, lavando un pantalón a mano en la batea de granito, fui de nuevo a donde Yordano para pagarle, en el camino me encontré con José Gregorio, sorprendentemente me decía que desde ahora contáramos con él como alguien más que apoya el fútbol nacional; eso significa que iría al partido también.

La marcha que iba al estadio se podia ver por el radar de la caseta de vigilancia del personal de nuestra estación del Metro, somo si se tratara de un rectángulo de pixeles rojos ordenados y equidistantes uno a otro, y entre ellos debía estar yo, subiendo las escaleras mecánicas junto con ellos.

Finalmente ha llegado la hora del partido, vamos todos de rojo, junto a la fanaticada, como un regimiento, ordenados todos en filas y columnas, cada cabeza es un cuadro, y cuando iniciamos la marcha hacia el estadio, cantamos el Himno de la República Socialista…

Lástima que cuando empezamos a cantar el himno, me percaté que no podía yo salir a la calle en este estado, con una franela roja pero con pantalón de pijama de algodón, entonces rapidamente busco uno que sea rojo entre el viaje de ropa misma que poseo en mi closet, pero no consigo ni uno, así que tuve que conformarme con uno azul que al menos no parecía pijama, pero oh cielos, tampoco puedo ir al partido con estos interiores imperialistas, oh mirad! he aquí unos rojos, muy bien usaré los rojos, las medias! tampoco puedo ir a un partido de la selección socialista con estas medias imperialistas debo ponerme aquellas que parecen nuevas al menos!… vaya enrredo.

~Fin~

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