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Archive for febrero 2011

El Parque

Esta cama protagonista de la que me levanto, no quiere ser invierno…

Una vez paseaba yo por Sabana Grande, era de mañana y estaba fresco el clima, en eso soy abordado por un sujeto de Herbalife, quien me invita a escuchar unas breves palabras…

Pero mi mente está en otro lado, no puedo prestarle atención, no puedo ni siquiera fijarme si es alguien de fiar o no, mi cerebro atiende a las ondas que cruzan a la velocidad de la luz, que son mis pensamientos, atascados en un momento a finales del mes de Enero, como si estuviera en Hellas, como si estuviera la pobre materia gris metida en un sandwich, sin poder desprenderse del mismo, sin ni siquiera intentarlo…

Caían las hojas de los árboles por el boulevard, sonaba una música también en mi cabeza, pero si supieran que tampoco logré escucharla, en lo más recóndito del mes de Enero se esconde el momento donde mi vida terminó, donde una supuesta alma que yo tenía salió de mi cuerpo y me observó desde entonces, desentendiéndose de mi, dejándome vivir en estado catatónico, despertando, desayunando, trabajando y durmiendo, sin más nada que me importara, sin más nadie que me importara.

Yo cargaba un violín conmigo, pero me vine a enterar después de entrar en un edificio por órdenes del promotor de Herbalife, cómo rayos es que yo atendí sus órdenes? no lo sé. Las últimas palabras que se me dijeron fueron:

Ya estamos listos señor, suba al último piso, en la última oficina, allí espere para ser atendido en la charla.

Casi sin chistar me avoqué a lo dicho, pero en el fondo mi cerebro comenzó a despertar…

Dónde estoy? por qué hice caso de lo que me dijo ese sujeto? qué rayos tengo que esperar cuando llegue al último piso y a la última oficina?

Pensé. Al parecer se trata de otra ordinaria estafa piramidal, tendré que atender una charla y escuchar las mentiras de estos ejecutivos de ventas que se hacen llamar Licenciados.

Estoy en el último piso, esperando afuera de la última oficina, el clima allá afuera está tan genial y estoy en este edificio viejo, no me agrada para nada esto! Entonces uno de los ejecutivos que estaba afuera atendiendo a las 3 personas que estábamos esperando por el gurú, me ofrece que mientras tanto navegue por internet en una de las máquinas que estaba dispuesta para el público, así me senté y entré a mi Facebook.

Con mi cara seria, hacía todo casi automáticamente, de alguna forma no quería ni ponerme a pensar qué estaba yo haciendo con mi vida, pero al mismo tiempo quería seguir con vida, una situación contradictoria, entonces visualicé un video que aparecía en el News Feed…

Si creí que en Enero se había acabado mi vida, no había visto nada.

En la misma cama de la que me levanto a diario, con las mismas ventanas que dejan pasar la luz de la mañana, si es que hay alguna, con las mismas sábanas, observo a una pareja entrelazada bajo las sábanas, a medio tapar, un hombre y una mujer en ropa interior, se nota que recién despiertan, la luz fulgurante que ingresa por las ventanas permite observar todo con la claridad de un rio de agua dulce, de sabor amargo.

Ella se levanta de la cama para incorporarse a la vida, mientras que un narrador de voz misteriosa comienza a hablar del amor de estos dos. Oyendo con atención las lindas frases que hay dedicadas para esos dos, no me entretengo, me provocan náuseas, darle la espalda a todos los santos, gritar improperios y estrangular, luego de eso él gira y se coloca sentado en la cama, ver su rostro ganador realmente me destruye, su imponencia de la que alardea sin decir una sola palabra es algo que saca lo peor de mi.

Uno de los que esperaba al gurú, un joven de más o menos 19 años de aspecto gentil, observa el video por casualidad mientras pasaba detrás mío, entonces no aguanté más y ejecuté un gesto como si fuera a vomitar, pero no lo hice, en cambio lo invité a ver el resto del video junto conmigo.

Hey chiamo!, viste eso? este tipo realmente es una amenaza para la humanidad.

En serio chiamo? pa’ ver eso!

Así ambos vimos unos segundos más, antes de retirarme de la PC y entregársela íntegramente.

Podría haberme puesto a escribir brutalidades, o poemas, o clavarme el lápiz en el corazón y detenerlo para siempre, pero saqué mi violín y comencé a tocar el Padre Nuestro.

Mientras eso pasaba, el joven que estaba en la PC lentamente se convertía en un niño y conforme fui terminando de ejecutar la canción me percaté de unos afiches que habían en los vidrios de la oficina donde nos atendería el gurú, en ellos salía la cara del gurú, con ese aspecto de malandro, lentes de sol oscuros y mechones, parecía una versión cutre de Deepak Chopra, me llamó mucho la atención el enunciado del poster:

Quiere pasear por toda Caracas sin ser asaltado?

Quiere conocer los secretos para evitar la inseguridad?

Asista!

Lejos de animarme, me hacía preguntarme cosas macabras, de cómo este tipo con esa cara de mafioso va a brindarle seguridad a la gente con una charla? Lo mejor que se me ocurrió fue que este sujeto pertenece a las altas esferas del crimen organizado y creó alguna especie de vacuna que hay que pagar para no ser asaltado en esta bendita ciudad.

Al guardar el violín noté que el piso del lugar estaba repleto de estuches de instrumentos musicales variados…sin los instrumentos musicales, y el promotor que me llevó hasta el último piso me dijo:

Qué suerte que tiene usted ese violín; aquí sale a la calle y asaltan a la gente con instrumentos PA-RE-JO!

Me sentí derrotado con eso. Desde el comienzo cuando recuperé la conciencia sabía que algo andaba mal, pues ahora anda peor.

El ex-joven, ahora niño, se me acercó, y con sus 9 años de edad se puso a mirar por la ventana, que no era muy grande, lo que era la ciudad. Mientras tanto me decía algunas cosas que mi cerebro no consideró.

Pero noté cómo lentamente fui recordando una fiesta de cumpleaños a la que asistí con mi mamá cuando era niño, era el cumpleaños de un niño, era un cumpleaños al revés, porque el parque en el que se celebró estaba mirando hacia el norte, y eso es inadmisible, dicho parque seguramente ya no debe existir. El parque, geográficamente hablando, se ubicaba entre el centro y el oeste de la capital, antes de Catia, empezando San Martín.

Frente al parque estaba un elevado, una de las obras ingenieriles de la época. Cuando volví en sí estaba observando ese elevado junto al niño de 9 años, de alguna forma nos transportamos hasta allí sin abandonar el edificio y ahora era cuestión de salir simplemente, que abajo estaba el parque!

Salimos y lo vi tirarse por el tobogán, columpiarse en el columpio, adoraba verlo divirtiéndose. Este parque con orientación hacia el norte me traía buenos recuerdos de esa fiesta a la que asistí, las madres todas con sus niños, mucha gente que venía de Valencia…El Sol! radiante…

Pero ya está atardeciendo, pensé qué hacer para volver a casa, estaba tan lejos ahora…

Al final del elevado estaba la entrada a Catia, más oscura cada vez, más peligrosa cada vez…Me aventuré a caminar esa zona, no duré más de un minuto antes que quisiera devolverme, pero por alguna razón que desconozco, ya no tenía posesión de mis zapatos, aún así no me pareció desagradable caminar encima del pavimento con mis pies descalzos.

Y la salsa, tronando al fondo. Sin duda fue una hermosa tarde, como las que veía antes que mi vida terminara en aquel enero.

~Fin~

todo lo anterior es ficción

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