Como es costumbre, en la noche escuchais los grillos, cuando se pasa la noche en el campo rodeado de árboles, vegetación, bosque, en fin.
Visualizando el entorno veo paredes de MDF, noté que no había techo, noté que las tuberías del lugar estaban al aire, cosa que es muy conveniente por si se dañan ya que no hay que andar con aquel quiebra-quiebra en las paredes, si veíamos un mapa el sitio aparecía como Ruinas, sitio donde se libró una guerra y no quedó muy bonito que digamos, en la misma participaron varios ex-compañeros de secundaria, la mayoría de ellos gallegos.
No estaba como quien dice muy de ánimos para recordar por qué ocurrió todo aquello, eventos confusos que ocurrían de madrugada, paredes que caían a causa de impactos de proyectiles, obstáculos para esquivar de improviso, no era ningún paseo.
Siendo de noche, las velas estaban encendidas, los pasillos iluminados con luz eléctrica amarilla incandescente, calurosa, dando aire de antigüedad misma, todo con una elegante doble altura, la pintura de las paredes agrietada, no era lo mejor pero era perfecto para el lugar. Al uno asomarse al exterior podía ver murciélagos de la noche rondando los árboles, era un buen sitio para vacacionar?
Id a saber, mientras nosotros estábamos allí conociendo el lugar, veíamos cómo las habitaciones eran lugar para sendas producciones nacionales independientes, programas de radio, programas en vivo, rodaje de películas, grabaciones de studio, el lugar para vacacionar resultó ser una gran industria audiovisual.
Era admirable ver cómo aún se podían ver las estrellas, era el salón principal parcialmente techado, dado que la guerra acabó con el mismo algunos años atrás. En la parte techada me esperaban mis familiares, algunos ya bebiendo cerveza, en eso avisté a un entrevistador famoso charlando con un invitado, el mismo tenía un sombrero raro de paja, venía de Uruguay y cargaba un cuatro, aquel instrumento autóctono, pequeña guitarra barata de cuatro cuerdas, en la que se emplean los mismos acordes de la guitarra pero sin tomar en consideración las dos últimas cuerdas, que están ausentes.
Siendo que en aquella zona del continente se prefiere más la música de harpa, charango, instrumentos de viento y afines, por qué alguien se tomaría en serio un pequeño bichito de cuatro cuerdas?, vaya que no lo podía concebir.
En cuanto el entrevistador le pidió que demostrara lo que sabía hacer con el cuatro, el uruguayano comenzó a charrasquearlo, logrando con esto un ritmo muy parecido al huayno, lo que me deja anonadado, a esto le siguen unos acordes hechos en los trastes más altos, logrando un sonido mucho más parecido a un charango interpretando huayno, entonces, qué viene a ejecutar este uruguayano?, toma un cuatro para interpretar huayno? no era lo más inteligente que podía hacerse con dicho instrumento aunque pensándolo mejor, requería su cuota de habilidad misma.
En eso me retiro a visitar las habitaciones del recinto, en una de ellas cojí un cuatro normal, común y corriente, y vuelvo al vestíbulo donde aún estaba el uruguayano y el entrevistador, entonces cuando aprecio mejor el cuatro que el mismo portaba, noto que está lleno de adornos, un logotipo de Goodyear, entero el cuerpo de madera con color blanco, rayas azules sutiles y rojas también, a esto le acompañaba un logotipo azul con una franja blanca diagonal: El quattro estaba adornado con los colores y el logotipo del Club Nacional, de los dos equipos de fútbol más grandes del Uruguay…cuán original.
Sentado yo a unos metros del uruguayano y el entrevistador, comienzo a ejecutar mi instrumento, mi idea era ver si el uruguayano me acompañaría si comienzo a tocar algún ritmo espontáneo, el que se me viniera a la cabeza, pero no ocurrió así, en cuanto sonó la primera cuerda el uruguayano avisó que debía marcharse y junto al entrevistador abandonaron el sitio dejándome tan solo en compañía de mis familiares, eso cayó mal.
~Fin~
todo lo anterior es ficción.