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Archive for abril 2010

La Caracas del futuro sabe mejor para el peatón, si se circula de oeste a este por las aceras de Altamira.

Pero pensaría yo lo mismo si lo hago de norte a sur luego de doblar la esquina mientras transitaba de oeste a este en la manzana antes del Subway de Altamira? El cielo se oscurecía, eran las 6pm y se iba haciendo más tarde.

Me siento como si nunca hubiera visto a Caracas de noche. Me siento como si no quisiera nunca ver a Caracas de noche.

Me acurruqué en una garita de vigilancia, sin vigilante, era la entrada al estacionamiento de un condominio, quería que el tiempo pasara y que el sol saliera, mientras veía en cámara rápida a los vehículos entrar y estacionarse en aquel edificio enteramente dedicado a estacionamientos, el condominio quedaba un poco más allá…

Una vez salido el sol sentí que era hora de continuar el viaje, retomando la vieja senda que me llevaría a Los Cortijos (desplazado hacia el oeste por los movimientos de placa, quedando aledaño a Altamira) decidí que era hora de ir a comer al Subway.

Una vez adentro me añadí a un par de señoras que también iban a comer, nos sentamos y esperamos en aquella mesa el ser atendidos, mientras discutian entre ellas dos cosas de la cotidianidad, viendo a través de las ventanas me dediqué a esperar y ver el mundo que funcionaba allá afuera, mi atención entonces se centró en un grupo de niños de la calle que molestaba a otro inocente.

Yo contemplaba la escena sin poder hacer nada, pasado el show, cuyo resultado no me quedó muy claro, salí del subway sin haber almorzado y me dispuse a esperar a Nacho Huett. Nacho Huett aparece entonces saliendo del mismo subway al que yo asistí, eran alrededor de las 2pm, y cuando lo saludo le comento los hechos que acababa de ver con relación a los niños de la calle.

-Bueno!, vayamos a darle su merecido a esos malandritos- dijo con entusiasmo

Con sigilo entramos a un centro comercial donde se encontraban los personajes…pero no ingresamos por la puerta grande para no ser obvios, ingresamos por el estacionamiento más bien, una vez triangulados los 5 chiquillos de 14 y 15 años más o menos, fuimos acorralándolos a todos, sin que se dieran cuenta, hubo entonces un punto donde llegaron a la entrada del cine (que quedaba en el mismo estacionamiento, ya que el centro comercial era antiguo y los centros comerciales antiguos tienen el cine en el estacionamiento) y ya no había a donde huir, era hora de sentir la justicia de Nacho Huett y XabierDellugo.

Como toda mente criminal, la de estos chiquillos sólo les decía que negaran todo, así entonces haciéndose los inocentes intentaban desentenderse de nuestros argumentos pero nunca les dimos oportunidad de huir, Nacho los neutralizaba con llaves especiales y yo los mantenía domados, como si de leones se tratara, con un desagradable palo de madera delgado un poco astillado, si alguno quería utilizar la velocidad le daba con moderación en la canilla para que supiera a qué abstenerse.

Luego de unos minutos de oir sus súplicas y de jurarnos que pedirían perdón por sus malos actos, les dimos un sermón relativamente breve y posteriormente Nacho le entregó una laptop Siragon a cada uno de ellos para que se culturizaran y dejaran la marginalidad.

Nacho se marchó del lugar, pero yo me quedé contemplando la entrada del cine del estacionamiento, esto porque había en cartelera un filme donde aparecía la araña mecánica, no es que el nombre de la película fuera ese, pero me llamaba la atención puesto que por fin alguien toca el tema del mito urbano de la araña mecánica.

El mito consiste en que existe un pedazo de chatarra, algo así como una mezcla de una trampa para osos y una tostadora Oster (ambas cosas oxidadas), que poseía unas patas pequeñas, como un cangrejito, también tenía dos tenazas, no hacía mucho ruido a pesar de ser una pieza oxidada, y a pesar de ser grande no te podía hacer daño si la sostenías correctamente en una zona del cuerpo donde no pudiera tocarte ni con sus tenazas ni con sus patas…Pero habia que mantenerla lejos, porque si estaba cerca, y te montabas en el ascensor, la araña rapidamente subia hasta el techo del mismo y cortaba la guaya…(contigo dentro)

Sería la araña mecánica un prototipo de los platillos voladores del filme “Batteries not included”?

 

~Fin~

Todo lo anterior es ficción.

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Todo empezó cuando me invitaron a la casa de una amiga con quien yo estaba molesto. Era una época de amaneceres fríos, de color azul rey templado.

Fui al amanecer, porque me gusta llegar temprano, y porque quería ver más… Veía la opulencia con la que vivian en esa casa y me enfurecía más, me preguntaba para qué tantos vehiculos, servidumbre y piscinas?. Con mi ira logré crear una bomba, que posteriormente colocaría en una de las camionetas de esa familia, pero con la condición de que fuera en la que menos utilizaban.

Para no irme con las manos vacías, mientras el sol iba recorriendo la bóveda celeste yo iba anotando detalles de la quinta, detalles del entorno, iba y venia a horas de la madrugada por varios días seguidos sin notar que se volvió una costumbre, todo para conseguir una mejor manera de manifestar mi molestia.

Veía también camionetas estacionadas por la bajada, por la subida de las calles contiguas, camionetas pertenecientes a otras familias, y salían temprano de sus casas a trabajar.

Una mañana nos invitaron a mi madre y a mi a una especie de camping dentro de esa casa, noté enseguida una vez que llegamos, que el techo de la casa estaba hecho de piedras, al subir al techo (cómo no?, pase y suba al techo si quiere!) caminábamos sobre ellas y era una sensación terapéutica, decian nos que caminar sobre piedras grandes es bueno para las personas mayores, aunque yo pensaba que era inseguro por si esa persona resbalada.

En eso recibo una llamada de la facultad de arquitectura (FAU), me indican que he de inscribirme para el semestre que viene, pero despues de tantos años de descuido, ni sabía qué materias me tocaría inscribir, sólo me acordaba de una cuyo nombre era ????????. Mi madre vino conmigo a seguir mi proceso de inscripción pues no quería que yo hiciera trampa.

Fui en una camioneta prestada, y en la taquilla de secretaría me atendieron, aunque habia algo de ruido afuera y era dificil hacerme entender, pero trataba de explicar y me dijeron que debia ir a buscar un documento llamado ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ al cementerio…sí, al cementerio, cosa que no me gustó para nada. Pasé entonces por el área de sectores, y traté de hacerle ver a mi mamá las notas que saqué en semestres anteriores, pero sólo tenian una nota y era de matemáticas, en algunas carpetas con las notas también aparecia una sola nota y no decían a quien pertenecía; absurdo.

Luego de tramitados todos los documentos, volvimos a la casa de esa familia justo a tiempo para el espectáculo que nos tenía preparado la anfitriona. El espectáculo consistía en que habian traido a un sujeto que partía piedras con las manos, aunque a la hora de la hora vimos que utilizaba un martillo. El sujeto era alto, blanco y tenía el coco afeitado, y sin sus lentes fancy parecía otra persona, pero algo se me hacía familiar en él… Luego nos regaló un bolígrafo a cada uno conmemorando el evento, en ese bolígrafo tenía escrito su nombre, que completo eran tres nombres y tres apellidos, y entre el tercero y el cuarto formaban las palabras Arthur Joseph…

De la emoción le conté a mi mamá que este sujeto es en realidad Joseph Arthur!, y ya estaba por marcharse el artista, cuando todos terminaron de aplaudirle fui hasta donde él y le dije “Joseph Arthur!”… a lo que él me envió una mirada, y me dio la mano, pero diciendo “incluso aquí hay gente impertinente, entonces” dicho gesto me pareció bastante grosero de su parte, le fui contando que yo seguía atentamente su carrera, que me gustaban varias de sus canciones, y cuando empecé a nombrárselas se me olvidaban sus nombres, por la emoción, supongo yo. Al final me agradeció y cambió su postura hostil por una amigable pidiendo que no regara por ahí el secreto de su incógnito.

Una vez ya marchado me sentía muy feliz de haber conocido a uno de mis ídolos, estaba tan alegre que me fui donde estaban Génesis y mi madre, estaban inmersas en una cola, la cual nunca me pregunté a donde se dirigía, pero yo estaba tan alegre dando saltitos como si estuviera bailando esta danza rusa. Tras esperar un rato vi que la cola se iba acercando a una bajada muy empinada, en la cual habia que correr bajando e ir pisoteando frutas que caían de los árboles aledaños a la acera, a veces caían fresas, a veces manzanas verdes, mientras los tres bajábamos a toda velocidad esa pendiente de 100% (45°) Génesis comenzó a gritarle a las manzanas verdes que iban cayendo una consigna que rezaba “Qué compota tan dura!, qué compota tan dura!!”, por qué haría eso de llamar a las manzanas verdes de compotas duras?, id a saber!, pero entre otras frutas que caían de los árboles y aplastadas por nuestro andar se iban sumando miles y decenas de miles y centenares de miles a un contador imaginario digital, ya llegando al tramo final que finalizaba justo en una reja negra, la cual al ser cruzada te dejaba en la avenida Bolívar, Génesis y mi madre saltaron a los dos árboles últimos que habia antes de toparse con la reja, mientras que yo no pude reaccionar a tiempo y choqué suavemente contra la reja.

Sonó un fuerte Crash!, y el marcador digital imaginario, que ya marcaba cientos de miles de frutas pisadas bajó su cuenta en un 25% por consecuencia de mi colisión, posicionándose entonces en un 25%, supe que era por mi culpa, pero qué significa ese 75%? pues he aquí la respuesta: “Puede ir a buscar su nuevo LCD Samsung con un 75% de píxeles buenos, a crédito o de contado” (yo prefería pagarlo a crédito pero) no dejaba de lamentarme por haber arruinado tantos buenos pixeles…

 

~Fin~

Todo lo anterior es ficción.

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